miércoles, 21 de mayo de 2014

A 38 años del crimen de Michelini y Gutiérrez Ruiz la justicia apenas avanzó.

“Zelmar llegó tu hora”. Esas las últimas palabras grabadas a fuego en el recuerdo de Zelmar Chicho Michelini, hijo mayor del ex legislador uruguayo Zelmar Michelini en la noche del 18 de mayo de 1976 cuando su padre fue secuestrado por una patota integrada por militares argentinos y uruguayos. Estaban en la habitación del Hotel Liberty, sobre la avenida Corrientes casi esquina Florida, en pleno centro de Buenos Aires, donde los Michelini guardaban su exilio desde el golpe militar que el 23 de junio de 1973 cerró el parlamento uruguayo. Minutos después a menos veinte cuadras de allí quizá la misma patota se llevó al ex presidente de la Cámara de Diputados del Uruguay, Héctor Gutiérrez Ruiz de su casa sobre la calle Arroyo en pleno barrio de Recoleta.

Zelamar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, de izquierda a derecha.

Dos días después aparecieron acribillados a balazos junto a los cuerpos del matrimonio uruguayo integrado por Rosario Barredo y William Whitelaw, dos ex militantes tupamaros en un automóvil Chevy bajo la autopista Dellepiane. Los cuatro asesinados de alguna manera integraban un grupo de exiliados en busca de una salida democrática a la dictadura uruguaya. MIchelini porque había llevado sus denuncias ante el Tribunal Russell con fuertes críticas a las dictaduras sudamericanas. Gutiérrez Ruiz porque se reunía en el exilio con grupos y militantes políticos que buscaba deponer las armas de la lucha guerrillera. Dos de esos exponentes eran Barredo y Whitelaw que además tenían contactos con sectores de tupamaros que veían en la salida armada una carnicería para el país y buscaban salidas negociadas. A la dictadura encabezada por Juan María Bordaberry no le convenía la salida negociada. La muerte y la violencia eran negocio para justificar la represión junto a su colega argentino Jorge Videla.

Desde ese momento Michelini y Gutiérrez Ruiz pasaron a ser símbolos de la resistencia a la dictadura uruguaya y desde 1996 se realizan las marchas por el centro de Montevideo reclamando “Memoria, Verdad, Justicia y Nunca Más” a los gobiernos constitucionales colorados, blancos y del Frente Amplio. Este martes 20 de mayo se realizará la edición número 18 de la marcha cuando se cumplen precisamente 38 años del asesinato de los cuatro militantes uruguayos.

La justicia condenó a Bordaberry a treinta años de prisión por haber atentado contra la Constitución uruguaya pero no por los crímenes.

1 comentario:

  1. Propongo revisar el dato de que "aparecieron acribillados en un Torino debajo de la Autopista Dellepiane". Eso nunca sucedio, lo que aparecio fue un Torino que colocaron los represores alli para simular el falso argumento que esgrimieron del asesinato por venganza politica de militantes de Izquierda por parte de la dicatadura militar. Fueron acribillados junto a un matrimonio, pero se demostro que todos sufrieron torturas y lesiones compatibles con lesiones en victimas alojadas en un CCD. Hay alta presuncion por los bienes visto(inclusive un perro)y por los dichos de su hija mayor tambien secuestrada el 13/5/76 que el matrimonio que aparecio junto a los legisladores uruguayos permanecio secuestrado en el ex ccd Orleti

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