domingo, 6 de febrero de 2011

Murió el represor Visuara sin escuchar alegatos ni las condenas.

El ex jefe de la SIDE, que se tapaba la cara durante las audiencias.
El ex militar argentino Rubén Visuara falleció el viernes cuando estaba a punto de arrancar la etapa final del juicio oral en el que se le juzgaba por los crímenes cometidos en la cárcel clandestina "Automotores Orletti", acusado de ser uno de los responsables del centro de detención.
El pasado jueves estaba previsto que comenzaran los alegatos del juicio, último tramo antes del veredicto, que se esperaba para marzo, pero el Tribunal Oral Federal uno de Buenos Aires resolvió aplazarlos porque Visuara se encontraba internado en terapia intensiva en una clínica de las afueras de la capital argentina.
El diario La Nación recoge una quincena de esquelas que confirman que el coronel retirado falleció el viernes, aunque por el momento no se conocen mayores detalles de las causas de la muerte. 
"Automotores Orletti" está considerada una pieza clave del "Plan Cóndor", la represión coordinada en el Cono Sur durante la década de los 70 por las dictaduras de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Perú. Actualmente están siendo juzgados los secuestros, torturas y homicidios de 65 personas que pasaron por el centro clandestino, que funcionó entre mayo y noviembre de 1976 bajo la fachada de un taller mecánico, y que escondió en su mayoría a uruguayos, aunque también pasaron por allí argentinos, chilenos, cubanos, bolivianos y paraguayos.
Entre las 200 personas que permanecieron detenidas en el centro estuvieron Marcelo Gelman y María Claudia García Iruretagoyena, el hijo y la nuera del poeta argentino Juan Gelman, quien en 2000 recuperó a su nieta, Macarena, nacida en cautiverio en Uruguay y una de las testigos del juicio.
Visuara se desempeñó como jefe del departamento de "Operaciones Tácticas I" de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), "de la que habría dependido la base" donde funcionó Automotores Orletti, precisaron fuentes judiciales cuando comenzó el juicio.
El ex coronel estaba acusado de ser el "autor mediato" de cinco "homicidios calificados por alevosía", 18 casos de privación ilegal de la libertad, agravada por su comisión mediante violencia o amenazas, y otros 18 delitos de imposición de tormentos.